Miguel Diaz
«No pude soportar la angustia que vivió mi hijo de cinco años cuando veía que sus compañeros se iban de excursión y él se quedaba en el colegio»...
Manuel tiene cinco años y no entiende las razones de los mayores por las que no pudo disfrutar con sus compañeros de clase de una jornada de excursión, visitando el Museo Jurásico o la basílica de Covadonga.
«Se nos dijo que no podían acudir -él y otros escolares de Infantil y del último curso de Primaria del Colegio Público Horacio Fernández Inguanzo de Morcín- porque era una actividad organizada por la profesora de Religión, y que ellos no cursaban esta materia», explicaba ayer la madre de Manuel, Miriam Vara. Entiende que, a pesar de ser una actividad de esta asignatura, no se debería excluir a ningún alumno de iniciativas extraescolares de este tipo.
El malestar por esta acción del colegio de La Foz ha generado protestas tanto entre los padres afectados como entre los que no lo son. Enfado que se hacía visible entre el miércoles (el día que tuvo lugar la excursión escolar) y ayer: «Yo la verdad es que no tenía intención de alzar la voz por lo que consideramos una injusticia, más que nada por si después el niño es objeto de represalias en el centro. Pero después, viendo todo el apoyo que hemos recibido, decidimos denunciarlo a la opinión pública para que cosas como ésta no vuelvan a suceder», aseguraba Miriam Vara.
La madre aseguró que nada más tuvo conocimiento de la exclusión de su hijo de esa actividad se puso en contacto con la tutora del niño. «Desde el colegio se me dijo que era una actividad exclusiva para los niños que cursaban esa asignatura y que, por lo tanto, no podía ir. Que si no quería la clase de Religión para unas cosas, que tampoco para otras». Miriam Vara intentó explicar al niño que ya iría en otra ocasión al Muja. «Pero me dijo que no quería ir conmigo, que él con quien quería ir era con sus amigos del colegio. Otros padres optaron por no llevar a los pequeños», asegura.
La dirección lo desconocía
La madre afectada entiende que este problema se podría haber evitado «con un poco de manga ancha por parte de la profesora de Religión y de la dirección del centro», porque, mantiene, la máxima responsable del colegio fue informada de este conflicto y no hizo nada. «Por mucho que se niegue una profesora de Religión, si desde el centro se quiere evitar conflictos, se puede».
La dirección del colegio aseguró ayer que desconocía este problema. Y que, efectivamente, de haber conocido el malestar existente entre los padres, «se habría arreglado y no habríamos llegado a estos extremos». Desde el Horacio Fernández Inguanzo se confirmó que un padre presentó el miércoles una queja formal en el centro por esta exclusión en la actividad extraescolar. La dirección asegura que fue entonces cuando tuvo conocimiento de este problema y de que afectaba a varios padres. Se explicó, asimismo, que la excursión se circunscribía a un proyecto que se desarrolla desde hace más cursos desde la asignatura de Religión y que en otras ocasiones no se generó esta controversia.
Por su parte, la presidenta de la Asociación contra el acoso escolar, Encarna García, siempre muy pendiente de estos temas, aseguró que el problema del colegio de La Foz se centra «de forma exclusiva en una falta de comunicación entre los padres y el centro» y, de hecho, manifestó que le consta que el problema ya estaba solucionado. Por lo menos para futuras ocasiones.
La dirección también aseguró que se estaría más pendiente y que se informaría a los padres de actividades de este tipo para que, con el pertinente permiso, se pueda asistir a actividades como las excursiones.
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